viernes, agosto 24, 2007

Independence Day


Odio lavar los platos. Detesto limpiar el baño. Fumo pero no puedo ver las colillas del cigarrillo en el cenicero. No me gusta que nadie fume mientras cocino. Me fastidia cuando me bajan el volumen de una canción que me gusta. Pronostico que mis vecinos me van a caer mal, son todos viejos. Me da fiaca sacar la basura. Todavía no se tomarme el bondi o el colectivo. Odio decirle bondi o el colectivo. No tengo ollas para cocinar para más de 4 personas. Me irrita el color celestito de las puertas de mi casa. Me embola no tener revistas en el baño, el reverso de los shampoo ya me los leí todos. Aborrezco el ruido del extractor de aire del baño. Me impacienta todavía no tener parrilla. Me desagrada el empapelado del interior de mi placard. No me gusta la silla de la computadora. Me pone nervioso que la heladera no cierre bien. Me molesta que mi vecino toque el saxo. Odio que no me haya entrado la cama en la posición que yo quería. Maldigo al chispero de la estufa de mi pieza que no anda. Me desagrada ver la pileta de la cocina llena de ollas sucias. El color rosa pastel del baño me causa escalofríos. Sin embargo…
Me encanta mi pieza. Siempre amanezco de buen humor. Amo levantarme y poner música. Me encanta desayunar en la cocina con todo el sol que entra por la ventana. Adoro cocinar para mí y para los demás. Me divierte mucho ir al supermercado. Admiro la heladera cada vez que la veo llena… y vacía también. Me encanta el monitor LCD negro de 17” de la computadora. Me magnetizan mis sillones cada vez que llego de trabajar. Siento una paz inexplicable cada vez que ceno con la estufa hogar y velas prendidas. Me encanta saber que siempre me espera una cerveza bien helada en la heladera. Adoro la temperatura y presión de la ducha del baño. Es reconfortante el momento después de comer cuando prendo un cigarrillo y degusto el café batido de Colla. Tengo la extraña sensación de tener ordenado todo siempre, y me encanta. Me encanta recibir gente. Me alucina mi balcón terraza. Me gusta como queda el aroma a sahumerios y velas aromatizantes. Me divierte robarle la ropa a Colla. Me encanta levantarme para ir a trabajar. Adoro mis ticket canasta. Me alucina la potencia que tiene mi equipo de música. Es increíble lo grande que es el termotanque y el cenicero de Quilmes. Me fascina caminar descalzo sobre el parket y dejar la ventana abierta del living de par en par. En definitiva y como alguna vez alguien me dijo… Independencia Económica, soberanía política.

6 comentarios:

Sueño Recurrente dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sueño Recurrente dijo...

Dijo Borges:
"Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.(...)"
Fragmento seleccionado por la Doctora

Anónimo dijo...

Como sabemos demasiadas cosas no nos hablamos; callamos y nos comunicamos nuestro saber por medio de sonrisas.

Sonrisas como ésta que acabo de leer.
En cualquier caso, también lo extraño.
Feliz de su Independencia Económica, Soberanía Política.
^G^

Anónimo dijo...

Te olvidaste de decir q tambien te robas ropa de mi placard!
si señor!! sos un chorro de cuarta.

te extraña tu hermano facu.

... dijo...

La independencia económica y la soberanía política, solo se puede alcanzar sobre las bases de una sólida ideología.
Creer es poder.

Anónimo dijo...

La verdad me pone contento el progreso...y la nota que escribiste es sinónimo de FELICIDAD.

Te felicito y no te olvides de los pibes. Un abrazo. Nolo