lunes, diciembre 03, 2007

Los besos que no nos dimos

Te di un beso, me diste otro. No te podía dejar ir, pero los compromisos están para cumplirse me dijiste. Te bajé a abrir, me diste un beso, te di otro y partiste.
Volví y encontré un beso en el ascensor. Lo tomé y lo guardé en el bolsillo. Me puse a limpiar y encontré cuatro en la alacena, dieciséis entre las sábanas y ocho entre los sillones. Seguí buscando y tropecé con dos en el baño, siete en el balcón y uno en la heladera. Me lavé la cara y vislumbré dos más pegados en el espejo. Seguí recorriendo mi casa e iba reuniendo todos los besos que no nos dimos. Los puse en una bolsa y prometí guardarlos hasta que nos volvamos a ver.
Al día siguiente tomé la bolsa para ver si seguían allí. Y es extraño como funcionan los fenómenos. Muchos son inexplicables y misteriosos; indescifrables y hasta creíbles, pero a veces es así como los tenemos que interpretar. O es que tal vez que no se interpretan, sino que se sienten. Quién sabe, no?

Mientras aquellos besos dentro de la bolsa, se reproducen…

No hay comentarios.: